El impostor, de Javier Cercas. Leído en otros blogs

Seguro que has oído hablar de este libro. Lo has visto, al menos, en primera fila en escaparates y mostradores de librerías. La historia de un falsario que asoma desde el interesantísimo blog de Siroco, nuestro colaborador más entrañable. No podrás resistirte, así que nos adelantamos y te dejamos el libro en nuestra Biblioteca. También lo podrás encontrar en la biblioteca pública que frecuentas normalmente.

¿Quién no esconde en su interior la verdad de su realidad?¿Quién de nosotros no busca en la ficción la salvación cuando la realidad mata?

Desde 2005 cuando Cercas conoce de la existencia del fraude de Enric Marco, sabe que va a escribir sobre él, dos veces lo intenta y dos veces abandona la idea, es a mediados de 2013 cuando decide hacerlo, ¿qué hacía que Cercas dejara de hacer lo que sería inevitable?¿por qué el escritor no comenzaba la historia que sabía escribiría algún día? 

Como el mismo Cercas admite no escribía por miedo, sabía el escritor del peligro que se cernía sobre él y todos sus lectores, buscar la realidad en la ficción más espantosa es buscar en las mismas entrañas de todos lo que escondemos y es una pura realidad: que todos somos fingidores.

Enric Marco, Enrique Marcos, Enric Betllé o Enrique Durruti es uno de los impostores más colosales que existen. Siendo una persona con una realidad dura como es haber nacido en un manicomio, no ser reconocido por su madre ni su padre, decidió proyectarse como un líder allá donde estuvo, de manera que se convirtió en Secretario General de la CNT de Cataluña, luego de toda España, cuando nunca fue un revolucionario ni un luchador en la clandestinidad.  Lo fue en los momentos en que la transición aupaba a todos a un pasado inexistente y glorioso en falsas  luchas contra la dictadura de Franco.

Casado por dos veces (luego tras su desenmascaramiento se supo que tres) en las que rehace completamente su vida, en los años 90 llega a ser Vicepresidente y delegado en Barcelona del Sindicato Público de Enseñanza de Padres de Alumnos, para finalizar liderando en los comienzas del siglo XXI la Asociación española Amical de Mauthausen haciéndose pasar por un deportado en un campo de concentración nazi cuando jamás pisó uno.

A finales de Enero de 2005 hizo verter lágrimas en el Congreso de los Diputados cuando relataba su llegada y estancia en el campo de concentración en el que nunca había estado. Convertido en una rock-star de la memoria histórica lideró el kitsch más colosal creado en el siglo XX, diseñando para ello un personaje que llegó a creerse tanto él como todos los que le escuchaban, era el “puto amo” de la industria de la memoria. “Espantoso y genial” lo calificó Vargas Llosa cuando conoció su historia.

 “El impostor” de Javier Cercas, se lee como lo que es, una novela de aventuras sobre la propia aventura de la vida y de la creación literaria, sobre el misterio y la obsesión del escritor por redimir a una persona que a gritos pide que se hable de su verdad, pero sobre todo lo que pide, es que se hable, porque Enric Marco lo que esconde, como todos, es la necesidad de ser querido, que se le entienda, se le admire y se le reconozca; en su caso, por la falta de afecto de la niñez, la necesidad la ejercita de forma bestial.

 “El impostor” simultáneamente es un libro de ayuda para el propio escritor, Cercas quiere salvar a Enric Marco como Cervantes hizo con D. Quijote para en el último momento convertirlo nuevamente en Alonso Quijano el bueno. Cercas sabe de lo imposible de su empeño, pero también sabe que a priori el objetivo es inalcanzable, sabe que es como intentar reconocer su propia realidad como salvadora cuando aún no es el momento de tomar la decisión. 

 Cercas sabe de lo imposible de su misión cuando recuerda las palabras de Fernando Arrabal:

“El mentiroso no tiene historia. Nadie se atrevería a contar la crónica de una mentira ni a proponerla como una historia verdadera, ¿cómo contarlo sin mentir?¿por qué proponerse una empresa imposible?”

Tras tantos años debatiéndose entre el miedo, la duda y el psicoanalista,  donde las palabras de Primo Levi resonaban sin cesar en la mente del escritor: “Tal vez lo que ocurrió no deba ser comprendido, en la medida que comprender es casi justificar” empiezan a resonar otras ante la necesidad de encontrar los contrapuntos, como las de Todorov: “Comprender el mal no es justificarlo sino darse los medios para impedir su regreso” Es después el empuje de Ignacio Martínez de Pisón, que le hace sentir cobardía o la claridad de Vargas Llosa para que escriba la historia del impostor lo que hace que por fin se decida a hacerlo.

Javier Cercas se dedica en cuerpo y alma a investigar al impostor, con su hijo, su mujer, su hermana, con los autores en 2009 del documental “Ich Bin Enric Marco” Lucas Vermal y Santiago Fillol que retrataron la historia, con compañeros de Marco, con tantos y tantos cómplices que hasta he contado cincuenta o cincuenta y una las personas a las que Cercas agradece su participación en este magnífico trabajo.

Nueve años tardó Cercas en empezar a escribir esta novela sobre la verdad y la mentira, año y medio en tomar notas con el personaje y los que le conocieron, poquísimo tiempo en escribirla, “como un parto rápido después de nueve años de gestación” dirá el escritor.

Una novela, ensayo, relato, biografía, autobiografía , investigación o como quiera que se le llame, lo que es claramente es la historia de una obsesión del escritor por  conocer la verdad y conocerse asimismo a la vez, un paso valiente en un terreno peligroso porque es como meter el dedo en el ojo de todos, porque el pasado como dice Faulkner: “ es una dimensión del presente” y por tanto investigar sobre lo ocurrido y su verdad, es palparse bruscamente las heridas aún recientes.

Pero tras el asco y la repulsa del escritor a su personaje tal vez subyace la admiración por el artista, Oscar Wilde decía: “mentir, contar cosas hermosas y no verdaderas es el auténtico objetivo del arte”, incluso llega a ser admirado por gente tan inteligente como Claudio Magris,  que acepta la mentira cuando el objetivo es bueno. Pero Cercas se agarra constantemente a oponerse a convertir en héroe a la víctima, porque si no el chantaje de la víctima puede producir el kitsch, la apariencia de lo que no es.

Al fin y al cabo, ¿quién no quiere creer en los horrores de los campos de concentración?¿quién no necesita creer en ficciones que hagan su vida más placentera?

Pero Cercas nos previene ficción no es igual que mentira, la ficción es para las novelas no para la realidad de la vida, dice Cercas “al novelista la realidad le mata y la ficción le salva” Es pues esa dicotomía de salvación o perdición, realidad o ficción, la que mueve este maravilloso y fantástico ejercicio de investigación de Javier Cercas.

Cercas siempre rinde honor a los débitos de los que dicen ¡no! Y en este caso es el oscuro historiador Benito Bermejo, que descubre la falsedad de la historia de Enric Marco que curiosamente la palabra que más empleaba es “verdaderamente”.

Un libro que se lee de un tirón porque de un tirón te vapulea y te hace dudar sobre tu propia verdad, porque en definitiva, como el poeta que todos escondemos, Enric es un fingidor y por tanto el libro habla sobre ti mismo.

Buen ejercicio de literatura, enhorabuena Javier

Comentarios

  1. Todos llevamos dentro un impostor, este personaje desde luego es, como dice Vargas, un monstruo y un artista a la vez.Buen libro de análisis psicológico y de construcción literaria de Cercas.

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    1. Un tema apasionante, el de la impostura. Tras el fabuloso libro del profesor Barrios y éste de Javier Cercas, creo que daremos una pequeña vuelta de tuerca más al tema próximamente.

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