POETAS Y PROFESORES (IX): EL DIDACTISMO SOCIAL (Fábulas de reencarnación, de Antonio García Velasco)

Aunque Antonio García Velasco, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UMA, lleva muchos años dedicado a la investigación (y difusión) de las posibilidades de las aplicaciones informáticas para la enseñanza de la lengua y la literatura y para los estudios filológicos y de estilística computacional, también es autor de una extensa obra creativa: novelas, cuentos y, sobre todo, poesía, jalonan su notable y dilatada trayectoria. Entre los títulos poéticos publicados (por los que ha obtenido repetidos reconocimientos) pueden citarse Fuego sordo (1975), Marchamar andalusí (1977), Se rompe hasta la vida cotidiana (1980), Des(h)echa la ciudad (1980), Ulises desangrado (1982), Demonolatrías (1985), Amor compiuter (1987), Un libro para el gozo (1994), Inter-nos (1994), Psilocibina (1998), Las heridas de amor (2000, finalista del Premio Andalucía de la Crítica), Una carta de amor (2002), Infinito mar que es el vivir (2003), Hojas ustibles (2005, finalista del Premio Andalucía de la Crítica) y Fábulas de reencarnación (2016), su último poemario y objeto de estas líneas.

Su propio título nos remite ya al siglo XVIII, el siglo de la ilustración y el didactismo,  cuando las fábulas se convirtieron en el instrumento ideal para llevar a los lectores agudas (y muchas veces humorísticas) reflexiones sobre las defectuosas aristas de la condición humana (gracias sobre todo a las moralejas finales, capaces de condensar de forma sencilla y didáctica un pensamiento brillante). Pero si en la fábula tradicional los animales, protagonistas inverosímiles de cada una de las historias, se comportaban como humanos (con sus vicios y virtudes), Antonio García Velasco va a añadir un nuevo componente: esos mismos animales son en realidad humanos reencarnados que todavía guardan recuerdos de su vida anterior; ello hace que, en ocasiones, sean conscientes de que su nueva naturaleza no es sino el castigo que se les ha impuesto por los excesos en que incurrieron.

El texto se compone de 37 fábulas en las que se combinan estrofas y versos populares con el soneto, en un ejercicio lúdico e irónico que a veces gusta de rozar la parodia. 

Ningún vicio escapa a la pluma de García Velasco, a su través desfilan el exquisito, el envidioso, el poeta, el crítico pedante, la mujer sumisa, la mujer ligera, la orgullosa de su belleza: “En nada más pensaba, / todo se reducía / a ser guapa en extremo deslumbrando / a parientes y ajenos.”

No solo se denuncian los vicios individuales, sino también los sociales: desde el político corrupto, al presidente engreído; mención especial merece la fábula irónicamente titulada “Gaviota”: “Político de casta solo fui, militante en partido de méritos probados; / (…) / Muy convencido estaba / de que las arcas pobres / se sacian si rebosan los dineros.”

Tampoco escapan a sus denuncias algunos de los excesos más “consentidos” de la sociedad actual: el perro bien cuidado y alimentado se confiesa “Cuando era un niño pobre / mendigaba en las calles / buscando mi comida”; ni siquiera faltan recurrentes dramas contemporáneos, no por frecuentados menos sangrantes: el conejo, que en otra vida fue gerente de banco, se queja de haber sido expulsado de su madriguera, “Un hurón carnicero nos arroja / de nuestra feliz cueva. Sin prefacio, // sin tregua, sin negocio, sin alhoja / que busque solución al desamparo.”

En algunas ocasiones, aparece el arrepentimiento, el explotador, reencarnado en un cerdo, concluye “Quisiera mis jamones bien curados / alimentando al pobre.”

Pero quizás la fábula que mejor resuma el contenido del libro sea la protagonizada por el lobo. No se trata ahora de zaherir un vicio concreto, sino de cuestionar la propia condición humana: “Ignoro las razones de mi nueva existencia. / A lo mejor comprendo / que el lobo Canis Lupus / es más noble, aunque fiero, / que los seres humanos.”

En definitiva, un libro que nos devuelve el gusto por la poesía directa y sencilla, pero llena de contenido ético y moral.

Antonio Aguilar. Catedrático de Lengua Castellana y Literatura, Doctor en Filología Hispánica y Profesor Colaborador Honorario de la Universidad de Málaga. Dramaturgo y poeta... nos presenta esta semana fábulas sociales en versos de poeta. Para no perdérselos.

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