Mi tío Oswald... (bueno, el de Roald Dahl)

Es un gustazo leer a Rohal Dhal, escritor de mente inquieta, pluma gráfica e imaginación febril.

Mi Tio Oswald es una novela endiabladamente divertida. Una historia donde ciencia, sexo y negocios comparten escena con total naturalidad. Quizás esto no sea algo relevante. Sí lo es, hacerlo con un lenguaje llano aunque cuidadosamente elegido, y un despliegue de datos y circunstancias que ubican esta historia dándole coherencia y credibilidad.

Tan solo brevemente, la trama pareció ralentizarse, repetirse. Sin embargo, la rápida recuperación del ritmo acaparo mi entusiasmo con la misma intensidad inicial hasta concluirla.

Los protagonistas, Oswald, Yasmin –una bella universitaria- y A.R.Woresley –profesor de química del primero- nos pasean por Europa codeándonos con lo más granado del momento. Así, es cotidiano que nuestra bella dama, comparta un día uvas con Bernard Shaw y al siguiente, se deleite en privado con la última composición de Puccini. Que en otro día, el rey de España acepte de ella, unas deliciosas trufas, sin pestañear y en otra ocasión sea esta última la agasajada con algún lienzo de Monet o de Matisse. Hasta el mismísimo Einstein ha compartido momentos en esta historia. Pero no hay que dejarse apabullar por este despliegue de personalidades. En el fondo, lo interesante…, lo verdaderamente interesante es la evidencia de que la seducción es un arte, el arte un negocio y el amor…. El amor lo cambia todo.

Mª Carmen Díaz Pérez. Biblioteca de Industriales y Politécnica


Comentarios

Entradas populares