Elena Fernante y La amiga estupenda

Las amistades se hacen desde infancia y las mejores son las que duran toda la vida. Las que acumulan momentos, experiencias y aprendizajes vividos en común que van reforzando el vínculo entre personas afines. A veces, pocas veces, la fortuna nos asigna amigos excepcionales que no solo comparten, sino que además, influyen de forma definitiva en nuestra vida.

En la italia de los 50, en los barrios más desfavorecidos, los amigos son un tesoro y Elena y Lina (o Lila, como la llama su amiga) forjan un vínculo que se inicia en el patio de una casa de vecinos de un "rione" napolitano y que durará toda una vida y cuatro volúmenes. La amistad no es la misma siempre. Cambia en función de la edad, y en el primer título de la tetralogía la amistad entre Elena y Lila es la amistad de la escuela y de los juegos en la calle. Es la voz de Elena la que narra la historia. Y es Lina la protagonista: la vecina con la que se juega, la rival en la escuela, la que atrae las miradas de los chicos, la del carácter impredecible: hoy buena, hoy un grano en el culo, hoy cómplice, hoy capaz de la máxima generosidad, hoy, aprendiz de mujer fatal, hoy rival. Lina que parece querer ser siempre la primera en una carrera de fondo que recorre, en el primer título de la tetralogía, la infancia y la adolescencia de dos chicas de barrio hasta llegar al final de cuento de hadas que todas desean: la boda.

Son millones los seguidores de la enigmática autora, Elena Ferrante, de la que no se sabe nada, que se han bebido, uno tras otro, los cuatro títulos de la serie, hasta completar la biografía de una amistad. Súper-ventas ideal para un club de lectura: las protagonistas dan para mucho hablar y su amistad nos trae a la memoria nuestros juegos de la infancia, con nuestros amigos-enemigos como guía para el análisis de la lectura. Es eso, quizá, lo que más atrae del libro: que abre las puertas de nuestra memoria y nos trae de vuelta las sonrisas de nuestra niñez. Y nos invita, de paso, a continuar con la historia de estas dos amigas en los otros tres títulos (Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida) y a reconocer cómo la amistad puede cambiar, pero también perdurar.

De no perdérsela... si es que no lo has leído ya, claro

Remedios Herrera. Servicio al usuario

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