Lectura de la semana: Némesis de Philip Roth

La gran fortuna o Némesis de A. Durero 
Durante el bochornoso verano de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, la tranquila ciudad de Newark, Nueva Jersey, se ve afectada por un virulento brote de polio que afecta no sólo a niños de corta edad sino a adolescentes e incluso a adultos. La enfermedad se ceba especialmente en Weequahic, el barrio judío. El joven judío Bucky Cantor, personaje central de la novela, es profesor de educación física y director del centro de verano. La admiración y respeto que en todos suscita Cantor, contrasta con su permanente sentimiento de culpa y sus dilemas morales. Ciertamente, las desgracias habían ensombrecido su vida: su madre murió en el parto, su padre era un ladrón y una grave deficiencia visual le había impedido alistarse en el ejército y combatir por su país como sus mejores amigos. 

El devastador efecto de la enfermedad va con paso firme destruyendo la convivencia, creando sospechas, buscando culpables (¿los italianos? ¿los judíos?…). El miedo degrada y la amenaza invisible de la polio retrata una sociedad que también va enfermando y que muestra nuestra verdadera condición. La ira y frustración de Cantor se vuelven entonces contra Dios, un Dios permisivo, un “asesino de niños a sangre fría”. Esta creciente pérdida de fe y la impotencia de no poder evitar el sufrimiento, llevan al joven a abandonar su puesto, eludiendo su responsabilidad ante sus alumnos, y aceptar convertirse en el director de deportes acuáticos en Indian Hill, un campamento para jóvenes judíos en las montañas Pocono de Pensilvania, lejos del horror, de la muerte. Junto a Marcia, su prometida. Cantor se aleja del foco de la epidemia pero le persiguen los remordimientos, la culpa otra vez por haber fallado a los demás y la fatalidad, que preside toda la novela. 

P. Roth en la BUMA 
El título de la novela se justifica finalmente: Némesis diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna, que equilibra las fuerzas del universo, que no permite que seamos excesivamente dichosos…

Philip Roth, último premio Príncipe de Asturias, eterno aspirante al Nobel, confesó que ésta sería su última novela. «Hice lo mejor que pude con lo que tuve» es su despedida literaria.


Juana Doncel Jiménez. Sección de Adquisiuciones, Préstamo interbibliotecario e Información y Referencia.

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