Beatriz y los cuerpos celestes, de Lucía Etxebarria



Dentro del mes temático dedicado a escritoras españolas Ellas tienen talento, hoy le toca a Lucía Etxebarria (Valencia, 1966), escritora de narrativa, poesía, ensayos y guiones, que ganó el Premio Nadal 1998 con su segunda novela, Beatriz y los cuerpos celestes: una novela rosa, en parte autobiográfica y de carácter feminista.

Beatriz, la protagonista, tiene 22 años y lleva cuatro estudiando en Edimburgo, a donde se marchó por sugerencia de su padre para estudiar inglés un año, sugerencia que aceptó encantada ya que no tenía muy claro lo que quería hacer con su vida y así perdería por fin de vista a su padres y el recuerdo de una infancia claustrofóbica. Pero Bea se sigue sintiendo fuera de órbita.
“¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del  mundo".

A punto de regresar a Madrid, ciudad que añora pero a la que no quiere volver, recuerda cómo era su vida allí antes de marcharse, cuando era una adolescente de 18 años que adoraba a su única amiga, Mónica. Junto con el amigo de turno de ésta, Coco, se pasaban los días y las noches de aquí para allá, bebiendo, tomando drogas, bailando, trapicheando… Era una adolescente insatisfecha, desencantada, en permanente huida y que se dejaba arrastrar por Mónica, muy segura de sí misma, alocada y desinhibida. Pero ese ajetreo terminará en un colapso que le planteará la necesidad de un cambio en su vida.
También en Edimburgo va a dejar atrás a Cat y a Ralph, sus amantes, ya que allí descubre que el amor no tiene género, que lo que importa es la esencia, lo que hace a una persona diferente de todas las demás. 
“Por soledad los busqué, en soledad los recuerdo”.

La novela pasa del presente al pasado continuamente, explicando la evolución y las distintas etapas de la vida de Beatriz, que es la que narra la historia. Aunque la autora podría haber abreviado en algunas salidas nocturnas que se hacen repetitivas y pese a ese aire neurótico y snob que la caracterizan, el libro está bien escrito y lleno de reflexiones sobre la amistad, el amor, el sexo, la familia… que dan mucho que pensar. Recomendable absolutamente.

Si te animas a leerla, contamos con diversos ejemplares en las diferentes bibliotecas de la Universidad de Málaga. 


María del Mar Barrios, Biblioteca de Turismo.

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