la familia de Pascual Duarte, Leido en otros blogs

Nos ha gustado tanto que no podíamos pasarla por alto. La reseña del blog de nuestro querido Siroco sobre una de las novelas clave de nuestra literatura es un deleite que nos hace desear leer (o releer) la obra fundamental de Cela. Un título de lujo para añadir a tu lista de lecturas para este verano que te hemos reservado en la Biblioteca y que puedes encontrar también, en el resto de las bibliotecas de Andalucía.

La novela que marcó uno de los momentos narrativos más brillantes de la posguerra española. Escrita por el que fuera Premio Nobel Camilo José Cela y publicada en 1942, la novela con un lenguaje directo y llano, narra la vida de un hombre extremeño atormentado por su destino. Violenta, cruda y desgarradora, viviremos una apasionante confesión de Pascual Duarte que escribe sobre su vida mientras espera en la cárcel el momento de su ejecución; es la vida de un hombre desgraciado desde su nacimiento que sufrirá su propio desvalimiento e inutilidad para afrontar los tremendos sucesos que le acaecerán uno tras otro; con un padre maltratador y una madre que no le ama, con una hermana Rosario que se enganchará sentimentalmente a un chulo al que llaman “el Estirao” y que se convertirá en el enemigo principal de Pascual Du
arte, la vida de nuestro protagonista se moverá en los ambientes sórdidos de un pueblo extremeño. La aparición de Mario, un hermano, fruto de una relación extramarital de la madre, que no llegará a hablar ni a andar y que morirá con menos de diez años ahogado en una tinaja de aceite, junto a la muerte del padre tras dos días encerrado en una alacena por haber sido mordido por un perro con la rabia, llenan la primera parte dela novela de muerte, de violencia  y de amargura.

Cela con un estilo donde abundan los refranes castellanos antiguos que intentan explicar los hechos que van sucediendo, con una fuerza y un dramatismo que nos produce adicción su lectura, construye un entramado con un encanto hondo y primigenio, con una visceralidad y realismo que nos traslada a cada situación de una forma vívida y sufriente.

Los equilibrios que maneja el escritor son realmente únicos y magistrales, la violencia de Pascual Duarte que se nos aparece ya pronta cuando mata a su perro solo por la forma en que lo mira, contrasta con la cobardía mansa que atesora cada vez más violencia contenida. La sordidez planea como escenario en todo momento sobre los personajes y las situaciones. La aparición de Lola, la mujer al que Pascual dejará preñada y con la que vivirá y tendrá dos hijos, el primero sin consumarse y el segundo muerto a los once meses de nacer, no deja opción a la esperanza. Parece que todo está predestinado para que Pascual Duarte quede solitario con tres mujeres, su madre, su hermana y su mujer, que serán las tres sombras que acelerarán el acercamiento y la consumación de su fatal destino.

Heredera de la novela picaresca española y de la novela de realismo social de finales del XIX, “la familia de Pascual Duarte” es, sin lugar a dudas, una grandísima obra coral en un breve espacio de letras, una novela corta con 19 capítulos que se lee en un día y no se olvida el resto de la vida.
Os dejo este fragmento de cuando Pascual Duarte tras la muerte de su mujer y tras matar al Estirao, y penar tres años en la cárcel, vuelve al pueblo:

“Un poco más adelante, a la derecha del sendero, hacia la mitad del camino, estaba el cementerio, en el mismo sitio donde lo dejé, con la misma tapia de adobes negruzcos, con su alto ciprés que en nada había mudado, con su lechuza silbadora entre las ramas. El cementerio donde descansaba mi padre de su furia; Mario de su inocencia; mi mujer, su abandono; y el Estirao su mucha chulería. El cementerio donde se pudrían los restos de mis dos hijos, del abortado y de Pascualillo, que en los once meses de vida que alcanzó fuera talmente un sol…
¡Me daba resquemor llegar al pueblo, así, solo, de noche, y pasar lo primero por el camposanto!¡Parecía como si la Providencia se complaciera en ponérmelo delante, en hacerlo de propósito para forzarme a caer en la meditación de lo poco que somos!
La sombra de mi cuerpo iba siempre delante, larga, muy larga, tan larga como un fantasma, muy pegada al suelo, siguiendo el terreno, ora tirando recta por el camino, ora subiéndose a la tapia del cementerio, como queriendo asomarse. Corrí un poco; la sombra corrió también. Me paré; la sombra también paró. Miré para el firmamento; no había una sola nube en todo su redor. La sombra había de acompañarme; paso a paso, hasta llegar.”

No cuento el final para que la leáis, pero prometo que está cerrada asombrosamente bien.


Novela magistral e imprescindible de leer.

Comentarios

  1. Buena elección, la novela merece ser rescatada del olvido.

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    1. Esta novela es de las que no se olvidan, de las que impactan tanto que se aman o se odian. No podíamos pasarla por alto y menos con el estímulo de sta estupenda reseña: dan ganas de volver a leerla.

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