La Chanca de Juan Goytisolo

Un viaje al blog de nuestro amigo y colaborador Siroco nos trae un retrato de un barrio pintoresco y conflictivo de Almería: La Chanca. Una mirada a la marginalidad que ha cambiado (¿o acaso solo se ha maquillado?) con el paso del tiempo. Un libro muy muy interesante que puedes leer en nuestra Biblioteca, y que encontrarás también en la Pública más cercana a tu casa.

 En 1960 José María Pérez Lozano en su obra “Una parroquia en el Infierno” decía sobre el barrio almeriense de La Chanca:

“¡Qué arquitectura tan interesante!”, dicen los turistas mientras sacan las Contax o la Leica para fotografiar la bárbara arquitectura de la Chanca. Interesante. Sí. Un barrio con 943 cuevas y 1.600 chabolas, más algunas casitas donde habitan 19.000 habitantes-parroquia de San Roque, una parroquia en el Infierno-, de los que 11.000 son necesitados. Ninguna de estas viviendas tienen retrete. No ha y centro médico. No hay ningún médico en La Chanca. No hay serenos nocturnos. No hay lavadero público-solo tres particulares, en los que hay que pagar un real por kilo de ropa-ni fuentes, ni centro de reunión. No hay oficina de Correos ni, en gran parte de la zona, electricidad. Ni mercado; solo un zoco al aire libre.”

Esta es La Chanca que se encontró Juan Goytisolo al llegar a esa especie de dados colocados en colina seca que bajaba del castillo que preside Almería. El escritor se acercó para vivir la pobreza y denunciar las condiciones de vida de tantos miles de personas. Su denuncia se publicó en 1962 en París y solo clandestinamente se puedo leer en España. En los años ochenta, por fin, fue publicada en Seix Barral-Biblioteca Breve.

La lectura de esta obra nos revela un escritor que recoge con la justeza de la realidad, las conversaciones de quienes viven en una miseria con la dignidad del honor a la palabra, sorprende la sabia desconfianza, la astucia, el agudo ingenio de la supervivencia.

Ejercicio hiperrealista el que nos muestra Goytisolo, crudeza de unas vidas entregadas a una lucha por la supervivencia y por la dignidad.

Cincuenta años después Goytisolo volvió a La Chanca y encontró avances en las infraestructuras, fruto de esfuerzos denodados de algunos miembros destacados de la comunidad, no obstante la marginación de La Chanca continua, menos analfabetismo pero continua la dejadez y el olvido de las autoridades.

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