Lectura fácil, de Cristina Morales

Lectura fácil en Jábega
Al contrario de lo que pueda pensar uno cuando lee el título, este libro puede ser todo menos una lectura fácil. Ganadora del Premio Herralde de Novela 2018 y el Premio Nacional de Narrativa 2019, Cristina Morales relata la historia de cuatro mujeres, todas ellas emparentadas y con distintos grados de diversidad funcional, que comparten piso tutelado en una Barcelona asfixiante y abusiva.

Marga, Patri, Àngels y Nati. Cuatro voces muy distintas a las que, poco a poco, vamos conociendo a través de cuatro formatos narrativos, también, muy distintos. La historia que vertebra el libro es la de Àngels, que está escribiendo una novela autobiográfica por WhatsApp siguiendo las estrictas reglas del método de Lectura Fácil, que consiste en “escribir frases cortas / o tú mismas cortarlas, porque así se lee más rápido / y te cansas menos leyendo”. Es decir, el texto se simplifica y se explica hasta la extenuación para hacerlo accesible a aquellos que, como las protagonistas, tengan algún tipo de necesidad especial o pertenezcan a una parte de la población marginada. A Marga, que sufre depresión y es hipersexual, la conocemos mediante las actas que se levantan en las reuniones del ateneo anarquista al que asiste. Harta de no encajar e incapaz de respetar los códigos sociales, decide okupar una vivienda para poder emanciparse con ayuda de todos los miembros del ateneo que, paradójicamente, basan su funcionamiento en jerarquías y en una lista infinita de reglas. La verborrea de Patri, que es la que más empeño pone en hacer lo que la sociedad espera de ella, se manifiesta en forma de actas, pero esta vez, de actas judiciales, donde se recogen sus declaraciones ante un juzgado que debate la posibilidad de esterilizar forzosamente a Marga. Y, finalmente, Nati y su síndrome de las compuertas que usa como mecanismo de defensa ante cualquier situación que la violenta. Un accidente laboral cuando estaba estudiando en la universidad la convierte en el personaje con mayor grado de diversidad funcional de todas ellas.

Lo que se encuentra el lector al abrir Lectura fácil es una crítica inteligente, divertida y “bastardista” a un sistema alienado que, bajo las premisas de la normalización y de la inclusión de personas con diversidad funcional, sigue perpetuando un sometimiento colectivo al que estas cuatro mujeres neurodiversas se enfrentan cada día para conseguir reconocimiento y el derecho de autodeterminación. Cristina Morales no deja títere con cabeza, lo suyo no son las medias tintas, nadie está a salvo de esta denuncia ácida que sacude al lector agarrándolo por sus ideas preconcebidas y sus convicciones ideológicas. Más que un libro, estamos ante un espejo deformado y caricaturesco de una sociedad no

tan progresista ni moderna como cree ser, cuya única intención es la de hacer que el lector se remueva incómodo en su asiento. Hacer que pique y duela. Y eso es lo mejor de este libro: es imposible no someterse a juicio a uno mismo, su lectura viene de la mano de una obligada reflexión al abordar temas como la otredad, la diversidad funcional, la sexualidad femenina, el sistema capitalista y heteropatriarcal o las enfermedades mentales, empleando un tono visceral y desgarrador.

Este no es un libro apto para todos los públicos, y para muchos no será plato de buen gusto. Al leerlo corremos el riesgo de quedarnos en lo superficial, en la risa que provoca un puñado de palabras malsonantes puestas en boca de cuatro mujeres divertidas, en historias insólitas y originales. Pero este libro es mucho más y solo se puede llegar a él si lo abrimos con unos ojos y una mente abierta, limpia de cualquier idea preconcebida, de cualquier certeza. No existe la posibilidad de salir indemne de Cristina Morales ni de lo que aquí cuenta, que es un grito cargado de rabia contra el sistema, contra todos los que forman parte de él y lo perpetúan. ¡Por Marga, Patri, Àngels y Nati!

Cristina Rosales García. Alumna del Máster en Gestión del Patrimonio Literario y Lingüístico Español.

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