¿Qué mejor título que Acera de la Marina? Dolores Acosta Mira

Que Lola tenía talento ya lo sabíamos. Lola es una persona especial. Es creativa, amable, divertida, cariñosa... Es una de esas personas-pegamento que se convierten en el centro que une a quienes están a su alrededor. Alguien con carisma. 

Que se decidiera por escribir también lo teníamos claro y hemos estado esperando con paciencia tener su libro en mano y poder leerlo. Un gustazo. Un enooorme gustazo que nos ha permitido descubrir la génesis de una persona excepcional como ella. A medida que se lee, avanzamos en las vivencias de la niña que han prefigurado la estupenda mujer que hoy es a través de un libro de recuerdos en pequeños relatos que no es necesario leer de corrido.

Relatos corales como la casa de la copla que tienen como hilo conductor los recuerdos de la narradora. Una vida narrada en el arco de tiempo que va desde las experiencias infantiles (me la imagino en el escaparate de una confitería en la importantísima labor de evaluar, como Guillermo Brown, la calidad, durabilidad y precio de los dulces a adquirir) a los primeros alborotos de las hormonas y la curiosidad del otro, paseando del brazo de amigas arriba y abajo de Calle Larios (mirando con el rabillo del ojo, claro está, a los muchachos que van por la otra acera)

Pero Lola no es la protagonista del libro. No sola. Desde esa esquina que domina todo, la Acera de la Marina (¡qué gran título!) y que le sirve de observatorio vemos la ciudad y quienes la habitan: los auténticos protagonistas. La ciudad viva que crece a la vez que la narradora revisitando paseos, calles, esquinitas perdidas y antiguos comercios ya desaparecidos y a veces añorados. Los malagueños que dan sabor: la familia cercana, los amigos, los tenderos, los oficios perdidos, los locos... Todo eso que hace que Málaga sea Málaga. Málaga multicolor y blanco y negro. Málaga cañí y de vanguardia. Málaga de provincias y cosmopolita. Málaga con carácter. El poderío de la Málaga de hoy en sus orgígenes. Creciendo a la vez que Lola

Mucho ha contado, pero mucho se ha dejado en el tintero. 

Y ahí quedamos nosotros. A la espera de un segundo libro que cuente la ciudad en los años siguientes, porque es necesario seguir adelante en el tiempo para ver cómo evoluciona nuestra ciudad hasta ser lo que es hoy. 

Mientras, vamos leyéndolo en la Biblioteca

María Remedios Herrera Gutiérrez. Servicio al Usuario

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